
ABRIL 15 de 2022
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
V /. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jn 19, 23 -24
Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca». Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.
En esta estación vamos a contemplar la realidad de los DESPLAZADOS
Como Jesús los desplazados son despojados de sus familias y núcleos familiares, de sus derechos, de sus culturas, de su cosmovisión religiosa y humana de la que provienen, así como la riqueza espiritual de ritos y tradiciones que hace que alguien pueda ser muerto sin derramar sangre.
Poblaciones indeseadas que deben ser controladas, vigiladas, expulsadas, incluso con exterminio. Nuevos campos de la “calavera”. Expolio de ciudadanía: cualquier delito contra ellos está fuera del derecho público. Frecuentemente, hay impunidad real de los delitos cometidos contra ellos, meros seres humanos sin fuerza para defender sus derechos.
Su desnudez nos interpela: expuestos a la violencia no imputable como a los soldados de Pilato en la causa de Jesús de Nazaret. Las intervenciones que producen los refugiados se hacen en nombre de las doctrinas de seguridad y ocultan: la apropiación de riquezas económicas, el dominio estratégico de áreas políticas, el beneficio corporativo de grandes empresas, el control de mercados estratégicos: economía que mata.
Su vida es reducida a la condición de mero ser viviente, tolerado, pero no integrado. Como no son ciudadanos, el Estado decide de forma soberana y arbitraria privarlos de libertad internándolos en espacios donde no se aplica el derecho penal, ni civil, ni el derecho internacional. Y donde impera la voluntad administrativa que decide hasta cuando retenido y a donde extraditado como población indeseada.
Señor, que no seamos indiferentes ante quienes son despojados de todo como tú lo fuiste. Que vivamos por la paz social trabajando por su justa integración social y que acertemos a un cuidado compasivo-pastoral.
V /. Señor pequé.
R /. Ten piedad de mí y de todos los pecadores.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria