
ABRIL 15 de 2022
SEPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez
V /. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Is 53,11-12
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte… Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores.
En esta estación vamos a contemplar la realidad del PARO Y LA VIVIENDA
Muchas las personas caen hoy bajo el peso de la cruz del desempleo. Más de la mitad de nuestros jóvenes no tienen trabajo. El 12% de los adultos también están en desempleo o tienen un trabajo No decente. Son trabajadores y familias pobres. Sufren y caen en la depresión, la angustia y la ansiedad al no verse valorados ni poder satisfacer las necesidades de sus familias. Se
tensionan y desestabilizan las relaciones de pareja, el contacto con los hijos; se
aíslan y las relaciones sociales y de amistad se reducen o malogran.…
Y es que, como dice el papa Francisco: “Donde no hay trabajo falta la dignidad…Cuando la sociedad está organizada de tal modo, que no todos tienen la posibilidad de trabajar, de estar unidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es justa! Va contra el mismo Dios, que ha querido que nuestra dignidad comience desde aquí”.
La falta de una vivienda adecuada es otra cruz importante para la familia. El empobrecimiento de las familias motivado por la falta de empleo digno y la especulación inmobiliaria están impidiendo este derecho. Especialmente desgarrador es el desalojo de las familias por no poder pagar su vivienda…
En esta segunda caída del Señor, tenemos presente también a cuantas personas caen enfermas, se accidentan o incluso mueren en el ejercicio de su trabajo. La siniestralidad laboral genera un enorme sufrimiento a trabajadores y familias. NO es mala suerte. NO es inevitable. El trabajo es para la vida. Pedimos a Dios, a quien nunca le faltó trabajo, era carpintero y era feliz, que ayude a las personas a las que les falta un trabajo decente, que no se dejen abatir por esta cruz, que no se dejen robar la dignidad ni la esperanza.
V /. Señor pequé.
R /. Ten piedad de mí y de todos los pecadores.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria