
ABRIL 15 de 2022
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la Cruz
V /. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R /. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jn 19, 18-22
<<“Lo crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos>>
En esta estación vamos a contemplar la realidad de la INMIGRACIÓN
No debemos olvidar que las migraciones forzadas en la actualidad son consecuencia de modelos económicos que generan pobreza y miseria, que crucifican a personas expulsándolas fuera de sus pueblos de origen, como a Jesús, que murió fuera de las murallas de Jerusalén.
Mostramos nuestra preocupación ante las políticas xenófobas y racistas de aquellos países a los que llegan los migrantes. Pero también nos miramos a nosotros mismos: ¿somos cómplices, por acción o por omisión, de rechazar a
quienes llegan de otros sitios? ¿A cuántos Cristos vemos y pasamos de largo? ¿A cuántos Cristos echamos del lugar donde debían estar?
Dios compasivo, infunde tu Espíritu a los gobernantes para que rijan con justicia, luchando por el bienestar de las personas más débiles. Siguiendo las palabras del papa Francisco, que caigamos en la cuenta de que “la atención dedicada a los migrantes es un signo del Espíritu y pone especialmente en juego cómo se vive hoy la lógica de la acogida misericordiosa y de la integración de los más frágiles”.
Y pedimos a todos los fieles cristianos unir fuerzas para trabajar por el bien común. Conscientes de que “la movilidad humana puede revelarse una auténtica riqueza, tanto para la familia que emigra como para el país que la acoge”.
V /. Señor pequé.
R /. Ten piedad de mí y de todos los pecadores.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria